Los delitos económicos y financieros han crecido mucho debido, entre otras muchas causas, a los avances tecnológicos, y muy especialmente al desarrollo de las transacciones electrónicas dentro del Sector Bancario y en general a la potencia de los servicios On-Line.

Legalmente, la denominación más exacta del «Delito Económico» es la de “Delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico”: hurtos, robos, extorsión, usurpación, defraudaciones, estafas, administración desleal, apropiaciones indebidas, insolvencias punibles, alteración de precios en concursos y subastas públicas, etc.

Cuando hablamos de Delitos Societarios, nos centramos en Delitos cometidos por los Administradores de la Compañía. Así, son típicos los Delitos por Falseamiento de Cuentas de la Sociedad, causando un perjuicio económico a la misma, o a sus Socios, o a Terceros (proveedores, clientes…), realizándose muchas veces un «aprovechamiento de la credibilidad empresarial» basada en las cuentas falsas.

Por supuesto, la Apropiación Indebida es otro caso «típico» de Delito societario; la Imposición de Decisiones (aprovechando las mayorías en el Consejo de Administración); Impedir el derecho de información de socios, etc.

Cualquier tipo de Delito Económico, y concretamente los Delitos Societarios, suelen requerir de Informes exhaustivos de expertos independientes para ser probados legalmente. De ahí, la importancia del Informe Pericial para demostrar la existencia de un  Delito Societario.