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Financiación a la empresa. El Factoring

El mercado de crédito en España está cambiando. Si antes – de 6 años a esta parte-  nuestro país era un desierto financiero, totalmente falto de liquidez, ahora están empezando a surgir los primeros oasis de dinero para dar un respiro a las agotadas empresas españolas, sedientas de financiación tras el largo viaje que, aunque no ha durado 40 años, a muchas empresas les ha parecido toda una eternidad.

Al fin, las entidades financieras están abriendo sus puertas a nuestras empresas, pero: ¿Qué se encontrarán éstas cuando entren? ¿Qué productos se encontraran sobre el “mostrador”?

De la misma manera que a nadie se le ocurriría financiar su casa con un préstamo a dos años en lugar de una hipoteca a 30, tampoco cualquier producto financiero se adecúa a las necesidades de la empresa. Así que, si lo que la empresa necesita financiar son activos a corto plazo, entonces, deberá solicitar financiación a corto plazo (sean préstamos, líneas de crédito, etc.). Siguiendo la misma lógica, si lo que la empresa quiere es financiar activos a largo plazo (inmovilizado como maquinaria, instalaciones…) entonces deberá contratar productos que se adecúen al plazo en cuestión (préstamos a largo plazo, hipotecas…)

Cabría discutir si la ingeniería financiera avanza a la misma vertiginosa velocidad a la que avanza la ingeniería tecnológica, pero en todo caso, de lo que no cabe duda es de que cada día existen más productos financieros en el mercado tratando de cubrir las necesidades financieras de las empresas de la mejor manera posible, tratando de encontrar el “perfect fit”.

A lo largo de una serie de artículos, trataremos de “arrojar un poco de luz” acerca de los diferentes productos para la financiación a empresas que existen actualmente en el mercado. Trataremos de responder a preguntas como: ¿Qué es? ¿Para qué sirve? ¿Cómo funciona? ¿En qué se diferencia de…? ¿Por qué este y no el otro?, etc.

El Factoring

¿Qué es el factoring?

El factoring es un contrato a través del cual una empresa cede su crédito (derecho de cobro) frente a un tercero a una entidad financiera o empresa de factoring a cambio de un precio.

¿Cómo funciona el factoring?

El funcionamiento del factoring depende en gran medida de las condiciones contratadas. Así, puede establecerse la obligatoriedad de la empresa contratante del factoring de ceder todas las facturas de un determinado cliente o cartera de clientes, o por el contrario, dejarse la elección de las facturas cedidas a la empresa. Igualmente, puede establecerse que la entidad factor asuma el riesgo de impago, o bien, que dicho riesgo lo asuma la empresa, etc. En todo caso, el funcionamiento básico del factoring (“lo que convierte al factoring en factoring”) se explica a continuación con un ejemplo:

Imaginemos que la empresa “E” vende a su cliente “C” su producto. Pero “E” cobra a 60 días, lo que implica que “C” no le pagará hasta pasados dos meses. Sin embargo, a la empresa “E” le gustaría poder cobrar al contado. ¿Cuál es el problema? Que las empresas no tienen el poder de negociación suficiente como para cambiar las condiciones de cobro o pago de sus clientes “de un día para otro” (y menos para pasar a cobrar en lugar de a 60 días, al contado). Así que, ¿Qué puede hacer la empresa “E”?

Contratar un factoring con una entidad financiera o una empresa de factoring.

En nuestro ejemplo, la empresa “E” acudirá a la entidad bancaria “B”, la cual le anticipará la cuantía del crédito (total o parcialmente). A cambio de dicho anticipo, “B” le descontará de dicha cuantía el precio (intereses, comisiones y otros gastos que se establecen en función del plazo de cobro, número de facturas anuales, calidad de los deudores, cifra de negocio…).

¿Y qué gana la entidad bancaria? Cuando llegue el día de vencimiento del crédito (cuando pasen los 60 días) “B” recibirá el pago del cliente “C”, habiendo ganado la diferencia entre lo adelantado a la empresa “E” y lo cobrado a “C”.

¿Y si “C” no paga? La respuesta a esta pregunta la veremos más adelante en “tipos de factoring”. 

¿Quiénes intervienen?

  • El factor: en nuestro ejemplo, el banco “B”
  • Cedente: en nuestro ejemplo la empresa “E”
  • Deudor cedido: en nuestro ejemplo el cliente “C”

¿Cuándo puede usarse el factoring?

  • Cuando la empresa necesita liquidez (ya que el factoring le permite cobrar por anticipado)
    • Cuando hay poca confianza en el mercado (evitando así que se paralicen las operaciones por falta de confianza). Si bien, hay que tener en cuenta que la entidad factor puede descartar a determinados deudores o limitar la cuantía anticipable (es decir, el riesgo)
    • Cuando la empresa quiere rebajar la carga de trabajo del Departamento de Administración
    • Cuando se anticipa inflación. Al cobrar por anticipado no se pierde poder adquisitivo 

Principales modalidades de factoring

Los tipos de factoring más utilizados son el factoring sin recurso y el factoring con recurso.

  • Factoring sin recurso: el factor asume el riesgo de impago del deudor cedido
  • Factoring con recurso: el factor NO asume el riesgo de impago del deudor cedido por lo que si éste no paga, la entidad factor podrá reclamar el pago al cedente

Además de estos dos tipos de factoring, que son los más utilizados, tiene especial importancia el factoring de exportación, utilizado en operaciones con deudores extranjeros, (de hecho, el origen del factoring se encuentra en este tipo de operaciones). Este tipo de factoring permite eliminar los riesgos asociados a la exportación, como el riesgo de tipo de cambio (es el riesgo asociado a la evolución de la divisa), y facilita el cobro de estas operaciones ya que las entidades bancarias cuentan con medios con los que no cuentan las empresas.

¿Cuál es la diferencia entre el factoring y…?

A continuación se exponen, las principales diferencias entre el factoring y aquellos productos financieros que son más comúnmente confundidos, el confirming y el descuento comercial. Si bien, dichas diferencias, no se expresan con ánimo exhaustivo, pues ambos productos financieros serán tratados en sus respectivos artículos.

  • Factoring vs. Confirming: en este caso, la diferencia es de base, pues mientras el factoring es un producto financiero para el cobro, el confirming sirve para operaciones de pago
    • Factoring vs. Descuento:
    1. Mientras el soporte documental del factoring es una factura por cobrar, en el descuento lo es un efecto comercial (letra de cambio, cheque, pagaré…)
    2. El factoring presenta mayor flexibilidad en cuanto a momento y cuantía del anticipo (por ejemplo, se puede anticipar el 40% de una factura dejándose el restante 60% a vencimiento). Sin embargo, en el descuento, debe descontarse la totalidad del efecto descontado en el momento del descuento
    3. El límite anticipable en el factoring depende de la solvencia del deudor (en nuestro ejemplo, el cliente “C”). En el descuento el límite se establece en función de la solvencia de librador y librado (en nuestro ejemplo, la empresa “E” y el cliente “C”)
    4. En el factoring sin recurso, el factor asume el riesgo de impago. En el descuento, la entidad factor no garantiza el buen fin de la operación. Por esta misma razón, las líneas de factoring suponen un mayor coste para la empresa que las líneas de descuento
    5. El factoring puede incluir servicios adicionales (investigación de la solvencia de los clientes, administración y control de facturas cedidas, cobertura del riesgo de impago…). El descuento no incluye servicios adicionales 
  • Factoring vs. Forfaiting: si bien estos dos productos financieros son muy parecidos, la principal diferencia es que en el forfaiting el documento base son letras y pagarés sin recurso, mientras que en el factoring, como ya hemos dicho, son facturas. Adicionalmente, en el forfaiting, el documento debe ser avalado internacionalmente por otra entidad, ya que su uso se limita a operaciones de comercio exterior y, normalmente, con países con elevado riesgo, como por ejemplo, países en desarrollo.

En definitiva, el factoring es sólo uno más de los múltiples productos financieros que se pueden contratar para la financiación de empresas. Elegir el producto más adecuado para las necesidades de la empresa, en el momento adecuado y bajo condiciones favorables para la empresa es una situación a la que diariamente tienen que enfrentarse los responsables financieros de las empresas. Sin embargo, a pesar de que la multiplicidad de productos financieros permite adecuar más correctamente las necesidades de la empresa a los productos financieros contratados, también dicha multiplicidad torna la elección mucho más complicada. Esta es una situación que nos es muy familiar a todos. Si vamos a un restaurante cuya carta cuenta con 5 platos, nos será mucho más fácil decidir qué queremos comer que si la carta cuenta con 100 platos. Pues bien, actualmente el “menú financiero” dispone de 100 platos en su carta con “límite tendiendo a infinito”.

En Legorburo Consultores somos expertos en conseguir financiación a empresas adecuando sus necesidades operativas y financieras a los productos financieros existentes en el mercado. Nuestros elevados conocimientos en funcionamiento y operativa de productos financieros nos permiten ayudar a los responsables financieros de las empresas a elegir “el menú perfecto”. Durante los años de crisis nuestro equipo ha conseguido salvar a más de 100 empresas de la quiebra gracias a nuestros conocimientos financieros, ahora queremos ayudarlas a crecer y recobrar la esperanza. Conseguir financiación en España, sí es posible. 

Fuentes: “Seis diferencias entre factoring y descuento comercial” Gestores de Riesgo y Morosidad; “El factoring” Activba, comunidad de finanzas; “¿Qué es el factoring?” Elblogsalmon; “Factoring” Expasión.

Esperanza Gaviria

Legorburo Consultores

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