“La actividad económica se colapsó, y el desempleo se disparó. El crédito dejó, de fluir. Los bancos estaban al borde de la bancarrota y la nacionalización. El comercio internacional estaba trastornado. Empeoraron las desigualdades de ingresos y riqueza. Una sensación general de temor e incertidumbre impedía a los pocos sectores sanos de la economía embarcarse en planes serios de contratación, inversión y expansión…”, (1)
Han transcurrido ya casi 5 años desde que la actual crisis económica comenzara su ciclo de destrucción. La pregunta ahora es si la economía estadounidense está, lista para seguir adelante, pues de la respuesta depende en gran medida el futuro de la economía global.
Estados Unidos ha llevado a cabo diversas medidas para salir de la crisis, entre ellas podemos destacar su política de contención del nivel de gasto público, que se ha mantenido a pesar del déficit fiscal del país (está, en 25% en relación al PIB, cuando lo normal es 20%), la buena coordinación entre el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal para mantener los intereses bajos y preservar el crédito impositivo. Las cifras de empleos creados también han mejorado en los últimos meses. Sin embargo, los expertos opinan que el consumo debe incrementar, lo cual es difícil pues sería necesario un incremento en los salarios.
Por otra parte, existen factores externos que no ayudan a Estados Unidos a salir adelante: el precio del petróleo es un ejemplo. Tras el alza por la incertidumbre geopolítica en torno a ciertos países del Medio Oriente, se altera el comportamiento de los consumidores estadounidenses y se debilita su confianza, agravando los desequilibrios de la balanza de pagos del país y reduciendo todavía más la flexibilidad de los encargados de definir políticas.2
A pesar de todo, Estados Unidos sigue siendo la mayor economía del mundo y, por ende, su bienestar repercute en gran medida en todas partes, así, que su recuperación ha ayudado a crear una sensación de tranquilidad justo ahora que Europa se encuentra sumergida en la crisis y los países emergentes se encuentran en una fase baja del ciclo económico.El problema es que esa “sensación de alivio”se lleve demasiado lejos, pues la economía estadounidense tiene que seguir recuperándose.
Todavía no hay garantías de que Estados Unidos se recupere por completo. Para que suceda, se necesita una mezcla de determinación, precaución y buena suerte.
(1)http://www.lostiempos.com/diario/opiniones/columnistas/20120328/la-recuperacion-de-estados unidos_165670_347306.html (2)http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/03/120309_eeuu_economia_recuperacion_empleo_wbm.shtml
